jueves, 16 de diciembre de 2010

Mi pancita

Estoy embarazada de 16 semanas y algún día y desde hace un tiempo tengo pancita. Es pequeña, redondita y aunque empezó siendo una barriguilla confusa (para los demás) donde no se sabía si había un chuletón o un minúsculo ser, ya está definida como pancita de embarazada.

La gente que ya lo sabe, mis amigos y mis colegas del trabajo me miran la pancita y me comentan sobre ella. Los que no lo saben también me miran la pancita y luego me miran a los ojos intentando leer la respuesta a la pregunta que tienen en la cabeza. Pero llega un momento en que la curiosidad es más grande que el pudor y finalmente preguntan.

Hoy una chica de limpieza del edificio, de las pocas personas a la redonda que hablan español, subió con mi chico y conmigo en el ascensor. Mirada a la pancita y - ¿Qué tal, como están?.- Muy bien, gracias. – Ah, que bueno. – Que pases un buen día. – Gracias, igual. Y hoy por la tarde…….no pudo más. Estaba vaciando unas papeleras fuera de mi oficina, con un ruido más allá de lo normal (si, vale, has llamado mi atención, se que estás ahí). Yo sigo a lo mío, currándome un informe en el ordenador. De repente, - Perdona, ¿como es que te llamas tu? – Mariu. – Ah, (pausa) Mariu….. ¿tu estas embarazada? – Si. – Ahhh, enhorabuena, ya lo sabía yo……te lo había notado en la cara. Ya, que la panza no te dió ninguna pista, verdad? Por supuesto eso fue solo mi pensamiento y la respuesta que le di fue apropiada y menos sarcástica.

Supongo que ahora que he dejado las camisetas encubridoras y las chaquetas que disimulan y he sacado la panza del armario tendré que acostumbrarme a que me pregunten. El problema va a venir cuando ya no pregunten sino que vengan a tocar!!!!

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